Confianza en la nube

Las empresas que han sacado partido de la plataforma web para montar sus nuevos negocios están ofreciendo sus servidores y aplicaciones como servicio en internet (nube). Frente a las opciones tradicionales, su gestión industrializada ofrece unas ventajas de inmediatez, flexibilidad, coste y fiabilidad que muchas empresas están aprovechando al confiar en ellas.

Las reflexiones previas sobre los servicios externos y la moda de la «computación en la nube» me condujo a repasar lo que ocurrió en la segunda mitad de los 90 con la infraestructura. En esa época es cuando la web se extendió y ofreció una plataforma tecnológica estándar y universal.

dot-com_companiesNacieron empresas como Yahoo!, Amazon, eBay, The Street, Expedia, Hotmail, Google, Netflix…, que la aprovecharon para llegar a los mercados de otra manera y proponer servicios innovadores. No estamos hablando sólo de usar internet para mejorar la investigación, como hacían las universidades, o para “digitalizar” los negocios existentes, como proponían los consultores (e-business). Los entrantes lanzaron nuevos negocios o transformaron disruptivamente los existentes, para lo que desarrollaron herramientas y montaron aplicaciones sobre la tecnología de la web.

Al amparo de los primeros éxitos de las llamadas «empresas de internet», muchas consultoras, inversores y empresas tradicionales quisieron participar también. Para ello promovieron muchas startups. Trataron de alterar el statu quo de los negocios existentes proponiendo cambiar las relaciones a través de sus plataformas digitales.

Aparecieron servicios de provisión de aplicaciones y de gestión de infraestructura (ASP, MSP), portales de acceso a la información, revistas digitales, mercados electrónicos para transacciones (e-marketplaces, B2B exchanges), tiendas virtuales, agencias de viajes, banca en línea… Una mayoría de estas iniciativas fracasaron. No encontraron mercados donde obtener ingresos con los que pagar sus altos costes.

Uno de sus problemas fue que las plantearon de la forma tradicional. Adquirieron las infraestructuras, aplicaciones y adaptaciones a los proveedores y outsourcers tradicionales. También confiaron en los gastos de marketing para generar una demanda en busca de valor para ellos, pero no tanto para sus usuarios o clientes. El tiempo corría, los gastos crecían, los clientes no aumentaban, el capital se agotaba y los cierres se encadenaban. En 2001 vivimos el final de la moda de las “puntocom”.

autonomous-computingEn 2002 empezó a notarse el “ruido” de las campañas de los fabricantes de ordenadores sobre «utility computing», «e-business on-demand», «autonomic computing», «adaptive enterprise»… Parece que necesitaban software con el que ofrecer computación flexible sobre sus redes de ordenadores, y empezaron a anunciarlo. Los analistas trataban de separar la realidad del marketing de los grandes fabricantes y outsourcers a la hora de gestionar “elásticamente” el proceso de datos.

Al poco cambió el punto de mira de los medios. Los servicios web comenzaron a adquirir protagonismo. ¿Es la «computación en la nube» tan sólo una moda promovida, en este caso, por las «empresas de internet»?

No lo creo. Ni Google ni Amazon gastan mucho dinero en campañas de comunicación. Cuando lo hacen, sus objetivos suelen ser otros. Prefieren lanzar nuevos servicios para que sus clientes los prueben y, si les gustan, los recomienden.

Amazon sigue sorprendiendo porque lleva más de doce años en la web con una trayectoria ascendente. Está marcando una diferencia con los otros dos grandes pioneros, Yahoo! y eBay, al brindar uno de los casos más destacados de la «cloud computing».

Google, Amazon, Salesforce, Yahoo… van abriendo a sus clientes el uso de sus plataformas, desarrolladas para sus servicios. Tienen bastantes años de experiencia en la explotación de sus infraestructuras respectivas. Operan con unos costes mucho menores, y sospecho que brindan unos niveles de servicio mejores que los ofrecidos por los outsourcers (no tengo datos para comparar). Además, los prestan en condiciones muy poco favorables para ello: con cambios constantes. No debemos olvidar que las capacidades necesarias para gestionar procesos industriales son distintas de las que demandan los servicios a medida.

intel_virtualizationPara haber logrado esto han empleado varios elementos distintivos. Uno ha sido el uso de máquinas estándar y herramientas de código abierto. Otro el consolidar servidores para ahorrar espacio y energía en sus centros de proceso de datos. También han utilizado software para automatizar los procesos de gestión de sistemas y aplicaciones, ya fuera distribuyéndolos entre varios ordenadores o alojando varias «máquinas virtuales» en un servidor físico. Han debido de industrializar muchas tareas empleando herramientas de terceros y propias, como compañías abiertas que se declaran.

Hay que considerar que, en 1998, resurgió la virtualización de máquinas con VMware para extraer más rendimiento a los servidores infrautilizados. Un software de este tipo, que antes sólo se usaba en los mainframes, permite correr varios entornos de proceso en servidores básicos, máquinas que ya disponen de prestaciones significativas. Otra herramienta de virtualización muy popular al ser de código abierto es la del proyecto Xen. Su compañía promotora fue adquirida por Citrix en 2007. Es la empleada por el AWS EC2.

Amazon tiene 80 millones de clientes que usan satisfactoriamente el software que ofrecen en la “nube”. La enorme mayoría son particulares y pequeñas empresas, pero también hay corporaciones que confían en sus niveles de servicio: Target, Marks & Spencer, Mothercare, The New York Times, Nasdaq OMX…

jeff-bezosOfrece sus AWS de infraestructura para que sus clientes ejecuten sus aplicaciones sobre ella (más de 300.000 desarrolladores). ¿Será porque, sin hablar del precio, su utilidad (rendimiento, seguridad, disponibilidad, interconexión, flexibilidad…) compara muy bien con la lograda on premise y la ofrecida por los servicios externos tradicionales?

Hay prescriptores que recomiendan probar la nube con precaución y, al igual que refieren sus ventajas, alertan sobre los inconvenientes o riesgos que deben considerarse. No obstante, me parece que no dicen nada que no se haya tenido que tratar antes con los proveedores externos y empleados internos: seguridad, respaldo, regulaciones, niveles de servicio, terminación…

Internet se ha convertido en una herramienta para los negocios muy potente. Personalmente creo que la futura competitividad de las empresas pasa por confiar en las nubes gestionadas de manera industrial por profesionales. Ello permite asegurar el cumplimiento de los requerimientos exigibles. Las empresas que no adopten los nuevos planteamientos se quedarán en la edad de piedra digital.

En mi opinión, los dos criterios más importantes a evaluar para poder confiar en la nube serán que las aplicaciones se hayan diseñado para ser robustas, y que exista siempre la posibilidad de migrar a otro servicio alternativo.


[Ilustración 1: Pioneros de internet. David Simonds]
[Ilustración 2: Gartner Hype Cycle for Server Technologies? 2002. ZDNet Korea]
[Ilustración 3: Esquema de virtualización Intel Itanium. ZDNet Asia]
[Foto 4: Jeff Bezos. Wired]

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