Disfrutar de la curiosidad

Una opinión sobre si hay que curiosear para vivir o vivir para curiosear.

Ayer tuve oportunidad de comentar en una entrada de Javier Martín en Loogic.com sobre si «se puede ganar dinero con un blog de curiosidades». En ella se refería a:

«blogs como Fogonazos, Cabovolo, Kurioso, Maikelnai o Anfrix dedicados a escribir artículos sobre temas que se salen de lo común, temas muy llamativos e incluso a veces increíbles.»

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Diseño de Henar Alonso para la página web de TRH hoteles

La reflexión propuesta por Javier me pareció muy oportuna. Manifesté que creía que se podría montar un blog comercial sobre esos temas tan «curiosos», pero también dudé de que se lograse uno con la calidad de los citados.

Y no me refiero al diseño, claro. Ni a que alguien les monte y administre un alojamiento para sindicar esos blogs compartiendo los ingresos publicitarios que «caigan» siguiendo a su aire, sin otros compromisos. Me parece que Javier iba por otros derroteros.

Razoné mi postura apoyándome en lo poco que puedo suponer del caso de Kurioso, que también participó en la conversación. Dije que «se gana la vida con su estudio [de arquitectura]. Luego escribe de lo que le gusta, cuando le apetece, y tras haberse documentado bien, proceso del que disfruta y que constituye realmente el meollo de su actividad bloguera

También basé mi posición en los razonamientos de Raúl Hernández acerca de lo que «busco en los contenidos escritos de los blogs».

Otra cuestión que algunos consideran es la que se pregunta Pablo Herrero en «encuentra un trabajo que te guste» a propósito de una cita atribuída a Confucio. Allí manifiesta que si «las cosas no salen muy bien, ¿me quedaría sin una de las vías de escape del trabajo?»

Creo que hay muchas personas que escriben movidas por la curiosidad, y que sólo tratan de descubrir, entender, compartir, estimular, conversar, comprender, disfrutar (Jorge Wagensberg diría gozar)… Ello les lleva a «disfrutar» de una cierta audiencia. Si ya se ganan la vida con otra ocupación, y quieren ampliar su actividad con un blog sin ataduras ni preocupaciones, ¿se incorporarían a un proyecto que implicase ciertas normas: frecuencia, longitud, temas de interés, objetivos medibles…?

A pesar de lo que algún comentarista de Loogic.com haya podido entender, nada de malo hay en rechazar esas restricciones, ni en aceptarlas. Yo animo a asumirlas a cualquiera que se plantee ganarse así la vida teniendo ciertas capacidades. Lo que sucede es que, si estuviera en el caso en el que me imagino que se encuentra Kurioso —que tiene esas capacidades—, no lo haría.

1 comentario en “Disfrutar de la curiosidad

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