La política de gastos y gestos

Muchos políticos deben de considerar que sus actividades principales son reunirse, hacer declaraciones y posar para las cámaras. Además de no verlo igual, entiendo que tampoco lo hacen bien. No explican lo que es relevante para que decidan los ciudadanos por sí mismos. Tampoco exponen las materias de interés público de una forma transparente y pedagógica.

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Ministros Salgado y Sebastián (©Álvaro García, El País 090412)

Terminé mi entrada previa con algunas ideas y creencias del embajador socialista Paco Vázquez. También dijo que veía lógico el cambio de gobierno en la economía española porque Pedro Solbes quería dejarlo.

Todo eran suposiciones antes de la confirmación de la crisis. Las sigue habiendo tras comunicarla. ¿Por qué se cambia un gobierno nuevecito?, se pregunta Manolo Saco. ¿Alguien cree que la crisis económica va a ponerse a temblar tras «el cambio de ritmo» anunciado para luchar contra ella?

Paco no habló de los porqués de Pedro. Sabemos que era poco partidario de la devolución electoral de los cuatrocientos euros porque reducía el margen de maniobra. También que en noviembre consideró que estaba agotado el margen de medidas anticrisis gastando más dinero público.

Quizá ocurriera que, pocos meses después de aceptar continuar otra legislatura, entendiera que no podía seguir el ritmo ilusionista de los más jóvenes. ¿Dónde nos conducirá el rápido aumento de la gran deuda exterior neta de España? ¿Nos acercará a Alemania o a Argentina, ambas en el G20?

¿Qué otras consecuencias van a tener las prisas que alegó Leire Pajín ante Ignacio Escolar para justificar el olvido de Solbes en sus agradecimientos? Su rectificación me ha parecido increíble. ¿Es que el «cambio de ritmo» va a aturrullar también a los políticos menos maduros? ¿Realmente piensan que sólo sufrimos una crisis global y que basta con infundir ilusiones, alentar el consumo y gastar para apuntalar el empleo sin hacer reformas mientras marchamos hacia una recesión profunda debido a una educación fracasada?

¿Qué ha pasado para que MAFO dejara de complacer al ex presidente de la CCM e interviniese por su cuenta, aunque fuera tarde? ¿Promovió Alfredo P. Rubalcaba a Elena Salgado como técnica «mandada» de R. Zapatero? ¿Por qué ha dimitido David Vegara? ¿Logrará ahora Miguel Sebastián que se avalen los 9.000 M€ del déficit tarifario que las eléctricas no pueden financiar en el mercado?

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Ministros Chaves y Blanco (©EFE, El Mundo 090410)

¡Cuánto me gustaría que tuvieran gestos verdaderos de transparencia y explicaran honradamente estas dos crisis! Me cansa que los líderes políticos nos vendan cosas y nos cuenten o exhiban lo que consideran que hemos de escuchar o ver para seguir confiando en ellos. ¿Creen que van a seguir persuadiéndonos con sus gestos laboriosos en los despachos o durante sus visitas a los centros asistenciales?

¿Alguien no ha visto el enfado que R. Zapatero mostró por las filtraciones de la crisis de gobierno? Rebrotaron mientras era fotografiado en el cuadragésimo congreso de la UGT, prólogo de su periplo internacional. ¿Quién las realizó y por qué?

Empezaron a publicarse mientras iba «a liar a las civilizaciones» en Turquía sobre Afganistán. Provocaron que hablara mucho por teléfono con España y que no se situara bien en la última representación exterior, a pesar de su lucida incorporación al G20 y a los amigos de Obama.

Durante la rueda de prensa del martes sobre las crisis, opinó dos cosas al responder sobre las filtraciones: «que hay muy buenos periodistas en este país y que tenemos una clara vocación por la transparencia.» ¿A quién pretende confundir refiriéndose a ésta? Me pareció un descaro.

Considero que su respuesta es tan cínica como las escenas que montan muchos políticos a diestra y siniestra para salir bien parados en los medios. Resulta consecuente hasta cierto punto. Necesitan una buena imagen pública para salir elegidos pero, ¿no deberían de buscarla siendo más claros y eficaces en vez de tan gesticuladores y gastadores?

Cuando obviamente le preguntaron por los motivos de su cabreo, respondió con opiniones distractivas, y no con sentimientos ni hechos. Considero que su credibilidad se reducirá más tras esta crisis.

No comparto que el Gobierno exponga las cosas sin la transparencia de los buenos maestros de escuela. Tampoco que hayan mostrado otros gestos cicateros, como no discutir los planes de cambio con el anterior equipo ministerial. ¿Cuándo se enteraron Magdalena Álvarez, Mercedes Cabrera, Bernat Soria…?

Sabíamos que Solbes había pedido dejarlo hacía tiempo, pero no me trago que haya «envejecido» en menos de un año lo de cuatro. Creo que no ha querido firmar ciertas asignaciones, transferencias, créditos y avales públicos. Es demasiado mayor y tranquilo como para gastar algo que ni recauda ni le prestan en condiciones. ¿Debemos de prepararnos para las eventuales consecuencias?

Entradas de este cuaderno con alguna relación: La política del cambio de ritmo, Creatividad y crecimiento económico, Escenificación estúpida sobre bancos.

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3 comentarios en “La política de gastos y gestos

  1. El nivel de incompetencia, la Ley de Peter, no define los ascensos en la Política. El que en las densas burocracias un excelente burócrata alcance un cargo donde se definirá como un completo desastre no nos explica los nombramientos políticos a dedo. No encaja con que el “jefe que asciende” coloca en su lugar a su entregado y pelota segundón. No es lo mismo que Chaves se empeñe en que su segundo tome su cargo y relevo en Andalucía, así en Sevilla no levantarán alfombras, le “harán la cama”, o simple sombra a su liderato, que Zapatero nombrara en su día Ministra de Fomento a Magdalena Álvarez.

  2. Rafael, agradezco tu aportación, aunque haya suprimido la parte menos relacionada con la entrada que, supongo, podrá leerse en tu blog.

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